Es curioso como las cosas guardan tantos momentos... uno pensaría que las cosas no tienen memoria; pero ayer constate que hasta las cosas guardan dentro de si recuerdos y vivencias. Y son justamente las cosas inútiles... esas que cuando estas haciendo limpieza de armario, esas que cuando decides cambiar de rumbos; las que tienen mayor cantidad de recuerdos asociados... y al contacto con tus dedos los sueltan como último acto de venganza antes de ser desechadas.
Ayer toque unas copas de vino tinto, muy pocas veces usadas y al roce de mis dedos una de ellas me maldijo y al envolverla me soltó un reproche..."aquí brindaste cuando nacieron tus hijos" como reclamandome por que me libraba de ella. No hice caso a sus reproches y continué empaquetando.
Mas tarde el pequeño alhajero de madera me dijo en tono serio... "si recuerdas que este te lo dieron con un anillo dentro... recuerdas? y tu dijiste SI!! cuando abriste la caja."
Las velas artesanales de piedra volcánica me rogaban: " por favor... acuerdate cuando las eligieron juntos, acuerdate como estabas bronceada en aquel viaje a la playa, acuerdate lo feliz que fuiste un tiempo encendiéndonos por las noches."
Y así todas esas voces del recuerdo, todas esas cosas inútiles me reprochaban una memoria grata, me trasportaban a días felices... pero al igual que ellas, al igual que esas cosas que no te sirven, que son adornos, que son prescindibles... así también esos recuerdos lo son... simple luces de ornato en un cuarto casi a oscuras.
Destellos de luz, pinceladas de color en una habitación gris... así que sonreí... me despendí de ellas, dije adiós a las cosas inútiles y a tus recuerdos los doble y los archive en un cajón de mi memoria.. gracias por lo bueno... es todo lo que he guardado... lo demás, se va junto con esas cosas al hacer limpieza.
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