miércoles, 9 de octubre de 2013

Nota póstuma.


No se culpe a nadie... 
de mi muerte en vida; 
no hay cómplices, ni victimario
esto fue un suicidio. 
Yo le dí las armas para destruirme,
le regalé mis debilidades, 
le informé de mis culpas 
y me atormentó en mis errores. 
Yo le entregué el poder 
como daga pulida...
le mostré todas mis heridas
y gustosa toleré el martirio.
La confianza y la fe ciega 
que le entregue
tejieron poco a poco 
la fuerte soga que me puse al cuello.
Que no se culpe a nadie...
por saltar del banquillo 
de una torpe ilusión...
Que no se culpe a nadie... 
por mi terrible caída 
en el vacío de la realidad.

Vicky Arizpe B. (Sayuri) 

1 comentario:

  1. Hola querida Vicky, ¡cuánto entiendo cada una de tus letras! Me ha gustado muchísimo este poema en el que me siento identificada. Poema bello y realmente hermoso.
    Abrazos. Rosa.

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