jueves, 25 de mayo de 2017

Amando al olvido



Ya no queda mas amor;
no por ti, 
ese sentir se ha desplazado,
se ha mudado a los recuerdos
y se acompaña del silencio.
Ahora... ya no te amo...
Amo a mi soledad,
que me conforta y abriga
en estos días irónicos
tan llenos de sol que calienta el cuerpo, 
y de frío interior que congela el alma...
Amo a la memoria
que me protege de la gélida ausencia
que dejaste en este eterno invierno,
sin esperanzas que vuelva la primavera...
memoria que me permite recrearla
cuando necesito una rosa floreciente
o abrazar el tonto consuelo de una mentira. 
Amo al silencio...
que le da mesura a mis palabras,
ese, que me frena
para que sólo en el pensamiento
pueda gritar ¡aún te quiero!
Amo a la sensatez que erradicó
la locura de amarte,
el delirio de tocarte...
el vicio de buscar tu boca por las noches
y de abrazarme a tu cuerpo para dormir.
Amo a la melancolía...
que me permite seguir viva,
dosificándome los ayeres que ya no existen
como medicina contra el dolor
como mísero placebo 
a esta pequeña muerte. 
Inclusive, amo al retornado orgullo
que me impide llorarle
a un amor que solo en mí existió...
que me muestra clara mi tonta ilusión.
Y también...
sé que también, amaré al olvido...
maldito invitado que no ha llegado...
pero que espero paciente.

©Vicky Arizpe B.




2 comentarios:

  1. El olvido no es tan mal invitado, también permite dejar atrás y darse nuevas oportunidades.

    Dulces besos para ti y dulce fin de semana.

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