viernes, 15 de junio de 2012

Dios y demonio.


Ese huidizo personaje
ese que nunca es invitado,
pero siempre tiene lugar de honor...
que se filtra como humedad
se instala como huésped
que invade con sutil maldad.
Fino hilo de donde penden ilusiones
que al final siempre se rompe;
cristal delicado de colores,
arcoiris personal que ilumina soledades,
pequeño, dulce, delicado
como mariposas en mano
apasionado e intenso
como mares agitados.
Amor, ese loco travieso
que nos llena de delirios;
que nos encadena a besos;
que nos libera en su cuerpo.
Amor que se cuela en miradas
y se alimenta de suspiros,
amor que dicta versos,
tierno tirano que roba sonrisas
y regala pequeñas lágrimas
 Amor que acierta y que falla,
que construye y que hiere...
amor que miente y se cansa,
que cambia de hogar,
que emigra y deja vacíos infames;
Amor, Dios y demonio en uno,
amor que se empequeñece,
amor que mata y no muere,
que termina y nunca pasa.
El amor dulce verdugo,
dador de tantas dichas y de las mas duras agonías...
 el amor reinventor de sueños,
y de crudas pesadillas...
renovador de ilusiones y asesino de las mismas
Amor de bienvenidas y adióses
de alegrías y desdichas
cruel dictador de emociones,
pero siempre motor de vida

Vicky Arizpe B. (Sayuri)

1 comentario:

  1. Esas dos caras del amor... y siempre juntas. Un buen poema. Gracias por compartir.

    Saludos.

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