Alguna vez te dije que tu amor
era mi nueva religión,
que tus palabras eran como dogmas
de las que nunca se dudaban...
tus besos el evangelio que seguia.
Que ridícula fe la mía,
creyendo en tu "sinceridad",
depositada en un ídolo de piedra
en una deidad caprichosa
que goza manipulando emociones...
o no es eso?
¿no fueron mentiras tus palabras,
tan solo eran verdades con fecha de caducidad?
Estúpida creyente
que ahora llora un rosario de lamentaciones,
tus vírgenes se burlan de mi credulidad
y mis dioses se avergüenzan de mi pecado,
de este amor prohibido
y me condenan a la eterna penitencia
de la culpa
y al enorme peso del arrepentimiento
pago con una herida sangrante
la falta inmensa de entregarte todo,
de renunciar a mi misma por ti ...
Vicky Arizpe (Sayuri)
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