martes, 5 de junio de 2012

Besos de sal, palabras de azucar.


Me abrazaste, sin decirme nada
simplemente soportando mis tonterias,
mis confidencias...
como siempre ahí
tú, lamiendo mis heridas,
escuchando mis historias,
curándome en mis derrotas....
¡Abrazame! ...  no me dejes sola en esta batalla
- te pedí-
y entre besos tiernos y abrazos,
me decías tranquila todo pasará
que estoy contigo.
Me acerque mas a ti, buscando aliento
quería que a besos me borraras el pasado,
que con tus manos me arrancaras el recuerdo
que tus caricias quitaran los tatuajes
en mi sentir...
o que simplemente me aletargaras en este dolor,
que con tu cuerpo echaras fuera al vacío que me consume
que me dieras la tonta revancha
de también poder entregarme, como él,
de  también tirarlo todo al olvido...
Con ojos suplicantes te dije nuevamente:
¡abrazame! por favor... no me dejes caer!
Te entregué besos de sal, sazonados con lágrimas
me regalaste palabras de azúcar
impregnadas de consuelo,
brazos queriendo protegerme de mi propia fragilidad,
dulce tacto de tus  caricias contenidas
cariño añejado por tantos años...
miradas que me dijeron todo;
y frases impronunciables que lo confirmaron;
tu voz de trueno suavizandose
hasta convertirse en un suave murmullo
pronunciando esas cinco letras que escuche al oído,
una y otra vez....
No, amigo... por piedad no te enamores
que no sabes lo que es sufrir por tonterías
Abrázame por favor y calla...
que yo no te diré nada
solo verdades.. como siempre lo hemos hecho,
solo siembrame risas . 
Abrázame y quítame este frío,
ayúdame a dormir mi amigo
y mañana... olvidemos esto
y continuemos como siempre
lado a lado
riendonos de nuestros errores,
curandonos de nuestras derrotas...

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